Qué tiene menos mercurio: El atún o el bonito?

Si eres un amante del pescado y te preocupa la cantidad de mercurio que consumes al comer atún o bonito, es normal que te preguntes cuál de los dos tiene menos mercurio. Pues bien, hoy en día es importante estar informado sobre lo que comemos, y por eso en este artículo vamos a descubrirlo. Así que siéntete cómodo, relájate y ¡vamos al lío! Atención: si eres de los que piensan que el atún y el bonito son lo mismo, ¡este artículo es para ti!

Mercurio en pescados: ¿Atún o bonito?

Si eres un amante del pescado, es importante que sepas sobre la cantidad de mercurio que pueden contener algunos tipos de pescados, como el atún y el bonito. El mercurio es un metal pesado que puede ser perjudicial para la salud en grandes cantidades.

El atún y el bonito son pescados que se consumen habitualmente en todo el mundo. Ambos son ricos en proteínas y ácidos grasos omega-3, lo que los hace muy saludables. Sin embargo, también contienen mercurio, que se acumula en los tejidos del pescado a medida que este crece y se desarrolla.

La cantidad de mercurio que contienen estos pescados depende de varios factores, como la especie, el tamaño, la edad y la ubicación geográfica. En general, los atunes más grandes y viejos tienen más mercurio que los más pequeños y jóvenes, al igual que los bonitos que se capturan en aguas más profundas.

Según la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), el bonito del norte y el bonito listado tienen niveles de mercurio más bajos que el atún rojo y el atún blanco. Sin embargo, esto no significa que el consumo de atún deba evitarse por completo. Las personas sanas pueden consumir con seguridad hasta tres raciones de atún a la semana, mientras que las mujeres embarazadas o que amamantan y los niños pequeños deben limitar su consumo a una ración por semana.

Si quieres reducir tu exposición al mercurio, puedes optar por otros tipos de pescados con niveles más bajos de este metal pesado, como la merluza, el lenguado o el salmón. También puedes elegir atún enlatado, que generalmente contiene menos mercurio que el atún fresco. Además, puedes variar tu dieta incluyendo otros alimentos ricos en proteínas, como carne de pollo o de cerdo, huevos, legumbres y frutos secos.

Sin embargo, es importante tener en cuenta su contenido de mercurio y consumirlos con moderación para minimizar los riesgos para la salud.

Mercurio en el pescado bonito: ¿cuánto es seguro consumir?

Si te gusta comer pescado, es importante que conozcas los niveles de mercurio que pueden contener ciertas especies. El mercurio es un metal pesado que puede ser perjudicial para la salud si se consume en grandes cantidades.

El bonito es un pescado que contiene cantidades variables de mercurio, dependiendo de su tamaño y de la zona en la que se haya capturado. En general, se considera que el bonito tiene menos mercurio que el atún.

Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), el consumo de bonito es seguro si se siguen ciertas recomendaciones. Si eres un adulto sano, puedes consumir hasta 3 veces por semana bonito fresco de tamaño pequeño o mediano, o hasta 1 vez por semana si es de tamaño grande. Si eres una mujer en edad fértil o un niño, la cantidad recomendada es menor: hasta 2 veces por semana si es de tamaño pequeño o mediano, o hasta 1 vez por semana si es de tamaño grande.

Es importante señalar que estas recomendaciones se refieren al consumo de bonito fresco. Si consumes bonito enlatado, debes tener en cuenta que los niveles de mercurio pueden ser mayores debido al proceso de conservación. Por lo tanto, es recomendable limitar el consumo de bonito enlatado a una vez por semana.

Si te preocupa el nivel de mercurio en el pescado que consumes, es importante que consultes con un especialista en nutrición.

Espero que ahora tengáis más claro cuál de estos dos pescados es mejor opción si queréis reducir la ingesta de mercurio. Recordad, el bonito suele llevar la delantera en este aspecto. Cuidad vuestra salud y la de los vuestros eligiendo sabiamente. ¡Gracias por leer, chicos! ¡Un abrazo y hasta otro ratito!